domingo, 8 de noviembre de 2015

Valentía

A veces echo en falta la valentía.
El coraje de caminar de la mano, de alguien que te quiera a puertas abiertas, que se atreva a amar sin importar nada.
Extraño eso.
Caminar
de la mano.
Besar
En plena luz,
O en plena oscuridad, como esa noche
hace millones de años luz
a las afueras de la música
Y de los sueños de juventud.

4 años luz.

jueves, 8 de octubre de 2015

Urgencias, limosna

De tanta pena, de tanto todo, mi cuerpo me llevó a dolores que no había sentido nunca antes y a urgencias, donde no había estado antes tampoco. A suero, a remedios directo a la sangre.

Pero la pena sigue ahí, y lo tanto que hacer también sigue.
A una semana del fin, más allá de urgencias no se puede llegar. Más allá del dolor que me partía en dos, (y literalmente porque se me desgarraban los intestinos y el estómago).

Más allá de urgencias, dame un poquito de tu amor, siquiera. Un poquito de preocupación. Un abrazo de nanai.
De todo va a salir bien...

Y es que de un segundo a otro me sentí tan abandonada y falta de cariño. De esa mirada que decía, lo haré todo por hacerte feliz. Un abrazo, un beso. Una mirada y tus manos.

Denme unas papas fritas, me tiene mal la dieta blanda...

Todo va a salir bien.




martes, 29 de septiembre de 2015

4 primaveras

Exactamente hace 4 años comenzó todo.
4 primaveras, unos cuantos veranos, un par de lluvias, un terremoto. La vida que lo altera todo que lo cambia todo.
Hoy extraño las cosas simples, la sonrisa de la nada, los ojos que brillaban de alegría. Sus manos. Qué importa que recorran mi cuerpo, extraño sostenerlas entre las mías y sonreír. Saber que al caminar habrá una conexión, un dedo, un camino que recorrer en compañía.
Extraño las cosas simples, la juventud, las primeras primaveras antes de que los problemas cambiaran todo. Pero ¿qué es 4 de 21?
Sólo un capítulo. Uno hermoso, enorme, el primero, el más importante, uno que no querría que se acabase jamás. El primer capítulo lleno de historias que se quedaron incompletas, lo cual las hace hermosas en su propia imperfección. Perdí la cuenta en 730 días...creo que el doble es 1460. Una vida.
Y lo curioso, lo extraño, lo confuso, es que se acaba el mismo día en que comienza. Qué lejos nos ha llevado la vida en estos cuatro años...cuánto nos regaló y cuánto nos quita con cada día que pasa.

Desearía una quinta primavera , mil cuatrocientas sesenta noches más,  infinitas, reversibles, eternas...

Que vuelva la simpleza, que la primavera vuelva a ser lo que era.

O mejor aún, que se convierta y de paso a algo totalmente nuevo...



domingo, 20 de septiembre de 2015

La parábola del tonto


Qué adolescente, tú ahora buscas novedad...







Volvieron los domingos astrománticos.
Si me sueltas entre tanto viento ¿cómo voy a continuar?

viernes, 18 de septiembre de 2015

Trampa

La oferta era demasiado tentadora como para rechazarla. ¿Quieres ir a nadar?

Obviamente acepté.
Obviamente fue una mala idea.

Nadar de espalda a ti también te sienta demasiado bien.

Si una vez ya sobreviví al mismo naufragio, no debería ser diferente esta vez...
Pero se siente tan desastrosamente diferente.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

adiós, una palabra muy complicada

echo la vista atrás

como ejercicio
para ver si así
siento algo
y lo que descubro
es que no es la primera vez
que empaqueto mi pequeña vida
y que otra vez puedo hacerlo
aunque siempre parezca una hazaña imposible
y se tiran cosas que parecían sagradas
y se pierden años que eran imperdibles
y se olvidan personas que eran pilares
y así sucesivamente
en un camino marcado
por leyes que van cambiando
descubriendo objetos de los que podemos prescindir
personas que no vamos a echar de menos
fotos que no recordaremos haber hecho

Zahara

Pesadilla

Es como un sueño que se repite una y otra y otra vez. De esos recurrentes, que vuelven una vez cada cierto tiempo. De esos que comienzan tan bien, que se sienten tan reales  y posibles. La realidad es lo aterrador cuando todo comienza a desmoronarse, cuando esos sueños que parecen perfectos comienzan a desvanecerse en algo mucho más estremecedor. 
Me da miedo ahogarme. Y es como nadar en aguas turbulentas y no poder más.
Sentir el agua que te quema la nariz, que lo llena todo, pero qué hermoso sonido se produce cuando se está bajo el agua. 
Es como un sueño que se repite una y otra y otra vez. Que piensas que puede terminar diferente, pero siempre es lo mismo. 
Amo el mar y a la vez le temo. 
Me siento arrastrada por una ola gigante, que quería esquivar, "sí, alcanzo a llegar". Pero no. No alcanzaste a correr, no nadaste lo suficientemente rápido y te atrapa el remolino y te arrastra la corriente y no puedes salir a respirar...
Y me hundo, me hundo, me hundo...





miércoles, 22 de abril de 2015

Huesos

A veces, recuerdo que aún me queda un poquito de amor pegado en lo más profundo de los huesos. Ahí en ese lugar donde ni yo me atrevo a ir porque todo es tan intenso que perdonar o no perdonar se confunde tanto como todo esto. 
Y ahí está, ese  poquito de amor que remece todo. Esa sonrisa que lo cambia todo. 
Perdonar siempre es un acto de valentía y una decisión importante.


Que bueno que hay tiempo para pensar bien todo. 
Total...
Esos resquicios siguen y seguirán ahí.

miércoles, 15 de abril de 2015

Trusty and true - Damien Rice

Hemos querido confiar y ser sinceros,
pero las plumas cayeron de nuestras alas.
Y hemos querido ser dignos de ti,
pero la lluvia cayó sobre nuestros sueños. 
Y no podemos deshacer lo que está hecho,
lo que ya pasó así que compañeros, 
dejad caer vuestros miedos. 
Porque no podemos deshacer lo que está hecho,
lo que ya pasó, 
así que permitámonos comenzar desde aquí. 

Nunca quisimos ser lascivos ni lujuriosos,
ni tampoco encadenarnos con mojigatas cuerdas.
Nunca quisimos estar celosamente atentos,
ni marchitarnos hasta convertirnos en algo horrible.
Pero no podemos deshacer lo que está hecho,
lo que ya pasó, así que compañeros
dejad caed vuestras espadas.
Porque no podemos deshacer lo que está hecho,
lo que ya pasó, 
así que permitámonos comenzar desde cero.

Y si todo lo que eres no es todo lo que deseas,
entonces ven, ven, ven con miedos, ven con amor,
ven tal cual  seas, sólo ven, ven.
Ven con amigos, ven con defectos,
ven, no importa como seas, sólo ven, ven.
Ven conmigo y déjate llevar.
Ven como quiera que seas, sólo ven.
Ven tan cuidadosamente cerca,
ven tal como que seas, solo ven.
Ven, ven, ven con penas y con canciones, 
Ven seas como seas, sólo ven.
Ven , ven junto a mí, sin temor
tal como tú seas.

Sólo ven.




miércoles, 25 de febrero de 2015

Devoluciones

A veces simplemente me gustaría que la vida me devolviera los años, y con ello ciertos recuerdos y ciertos momentos vividos. Me gustaría tener la oportunidad de vivirlos de nuevo y aprovecharlos mil veces más para que después no duelan tanto, para que el vacío no se sienta tan abismante. 
Tanto amor desperdigado por el mundo, tanto amor que pareciera desperdiciado. 
Vida, devuélveme la vida,  las risas, los recuerdos luminosos y aquel amor irrepetible. 

¿Qué puedo hacer yo ahora con este cariño roto que tengo entre manos? No puedo sanarlo pues es mi propio amor entregado hecho añicos. Aquí hay un amor agonizante, una despedida dolorosa, y recuerdos muchos recuerdos. Vida no me permitas olvidar los malos. Permíteme encontrar el equilibrio para poder vivir. 

Vida llevate la nostalgia, la sed, este vacío en el pecho, la sensación de que algo falta.
Vida devuélveme la juventud, la risa, la alegría y el amor...
Vida regálanos la posibilidad de empezar de nuevo sin la necesidad de olvidar.

Ojalá las cosas fueran tan simples como un te quiero, ojalá la vida fuera tan sencilla. Pero no. La vida es más compleja de lo que parece...




Devuélveme mi corazón, viajero.
Tú te irás –me lo dices-,
montado en alado pegaso te alejarás
y dejarás sólo noches solas a mi alrededor.
Por esto, antes de que dobles el hueco del camino,
debes dejarme puesto en el pecho el corazón.
No te atrevas a llevártelo escondido en el equipaje
tentado por el deseo de acariciarlo
cuando encuentres que no encuentras otro
tan rojo, tan amante, tan lleno de cantos para vos.
Debes devolverme la roja lámpara
que alumbrará otros caminos andantes de mi pecho.
Debes dejármelo palpitando, trasplantado,
un poco enfermo seguramente,
pero vivo y aleteando vida.

Yo envolveré en una manta mis largos pies.
Te los daré para que, nerviosos, te sigan,
para que ellos vuelvan a traerte todo mi cuerpo
si alguna vez quieres trópico y corazón del sol
cuando el frío y las luces de neón
te rodeen como ejércitos enemigos.



lunes, 9 de febrero de 2015

Borrados del mapa

Recién ahora comprendí la invitación real de esta canción, y no era nada tan romántico como había pensado. Es más bien trágico pero al mismo tiempo feliz. Sí, borrémonos del mapa, pero no porque queramos desaparecer juntos, si no porque ese nosotros debe desaparecer. Borremos del mapa todo esto, para empezar de nuevo dejando atrás todo lo vivido. Qué final más único, qué final más nuestro, todo, todo, todo esto. Valientes y torpes algún día le veremos la belleza a estas ruinas. Borremos del mapa los malos recuerdos, la nostalgia, las ganas de recuperar algo que ya estaba perdido. Destruyamos estos mapas conocidos que solo nos llevan por caminos confusos, alejados de la adultez, de crecer, de ser grandes, de la verdadera amistad.  Sí, borrémonos del mapa, pero por favor, busquemos la manera de encontrarnos de nuevo...claro que no de la misma manera. 



Borrarnos del mapa, quitarnos los ojos
matar al espíritu del miedo.
Zarpar sin un barco, mirando hacia adentro
borrar de las líneas el tiempo.

Por fin el deseo se irá destruyendo
seremos terribles de nuevo.
Millones de años se irán desprendiendo
Nadie encontrará a tantos muertos.

Borrarnos del mapa, quitarnos los ojos
matar al espíritu del miedo.
Los historiadores sabrán encontrarnos
en ruinas que un día habitamos.

Borremos el mapa que tanto nos miente
millones de paisajes que se mueren.
No existe en la historia final como el nuestro
Valientes nunca lo sabremos.


Borrémonos del mapa...







miércoles, 4 de febrero de 2015

El hombre formal (entre otras cosas)

Este cuento lo escribí hace tantas lunas atrás que casi me había olvidado de su existencia. Ordenando y leyendo mis papeles lo encontré por ahí. Lo dejo aquí porque me gusta lo que representa y porque hoy, tanto tiempo y tanta historia después, no puedo evitar sonreír al leerlo. Saludos a aquel hombre formal que conocí hace unos años y con quien compartí tanto. Aquí está el único cuento que me pude permitir regalarte.


Era un hombre serio. Lo que se diría formal. Pragmático, análitico, su mente no se detenía nunca: era una fabrica constante de ideas. Yo, que estaba convencida de que él jamas se permitía fantasear, no era capaz de comprender lo que oí esa mañana. Caminabamos - sí, le gustaba caminar - por uno de los tantos puentes de aquel río insgine cuando las palabras volaron.
"Yo creo que es un río de chocolate"

Siguió con su camino tan serio y y tan formal como siempre, volviendo a ocultarse tras esa pared de hombre aterrizado. Había sido tan solo un instante de flaqueza pero yo ya estaba convencida de que sí,  de que el río efectivamente era de chocolate.
Algún día voy a caminar por la rivera en busqueda de la fábrica,  y su tengo suerte, encontraré la cascada que origina el río. Cuando eso suceda voy a tomar de la mano al hombre formal y lo guiaré hasta allí. Él se sorprenderá y por segunda vez voy a tener la suerte de contemplar ese brillo en su mirada. Ese brillo que indica que aquel hombre formal de vez en cuando sí se permite soñar.










Siento este es un buen día, hay razón para sonreír. Y aún si todo esto es mentira, el creer no me hará morir.  (Portugal, Baquedano, 2011)

Ya no seré feliz, tal vez no importa, hay tantas otras cosas en el mundo: un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar. La vida es corta y aunque las horas son tan largas, una oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y del a luna y del amor. La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada; lo que era todo tiene que ser nada. Sólo me queda el goce de estar triste, esa vana costumbre que me inclina  al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina. (Borges, mi cuaderno de poesías de tercero medio)

Cuando después del desastre llega la calma, cuando poco a poco llega la calma, entonces puedes verte bien en el reflejo del agua. Y el cambio llega tan refrescante, tan oportuno, tan único. Sonreírle al presente, abrazar el pasado y dejarlo ir, mirar hacia el futuro con la esperanza de algo mejor, algo mucho mejor. Pero por sobre todas las cosas recordar a la persona que quieres ser. Recordar a la princesa de ojos bien abiertos que no va a esperar a ser rescatada, a esa mujer valiente, independiente , que como sea va a salir de todo el torbellino sola. Porque cuando pierdes el rumbo debes recuperar a la persona que eras o dejarla ir para siempre, y recordar a la persona que debes ser, la persona que quieres ser (One Tree Hill, muchos cuadernos y libretas). Y hoy, yo quiero ser la mujer que piensa. Algún día mis ojos encenderán luciérnagas (Belli, el poema de mi pared).


Out of the night that covers me,
      Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
      For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
      I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
      My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
      Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
      Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
      How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
      I am the captain of my soul.
Invictus - William Henley 
 

miércoles, 21 de enero de 2015

Ya no estoy loca por las cenizas

Tiempo de Cenizas


Necesario, debe ser necesario transitarte

sin mar, sin gaviotas y sin leños.
Aprender a vivir contigo en blanco y negro
hasta que vueles disipándote en el aire
y la llama encienda otra vez fulgores,
viajes hacia otros ojos,
travesías por otros pensamientos.
Necesario, debe ser necesario transitarte
en blanco y negro,
tolerarte instalado en el centro de mi casa y de mi cuerpo,
saberte pasajero
como lo fueron otros que parecían eternos
y fueron derrotados por los leños que ardieron
sobre las cenizas de otro muerto.


Elina Weschler


Después


Y ahora se inicia
la pequeña vida

del sobreviviente de la catástrofe del amor: 

Hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes. 

Soy una niña de pecho
acabo de nacer
del terrible parto del amor. 

Ya no amo. 

Ahora puedo ejercer en el mundo
inscribirme en él
soy una pieza más del engranaje. 

Ya no estoy loca.


Cristina Perri Rossi



lunes, 12 de enero de 2015

Esto (ya no) es amor

ESTO ES AMOR

"Esto es amor, quien lo probó, lo sabe"
(Lope de Vega)

La mente se resiste a olvidar las cosas hermosas,
se aferra a ellas y olvida todo lo doloroso,
mágicamente anonadada por la belleza.

No recuerdo discursos contra mis débiles brazos,
guardando la exacta dimensión de tu cintura;
recuerdo la suave, exacta, lúcida transparencia de tus manos,
tus palabras en un papel que encuentro por allí,
la sensación de dulzura en las mañanas.


Lo prosaico se vuelve bello
cuando el amor lo toca con sus alas de Fénix,
ceniza de mi cigarro que es el humo
después de hacer el amor,
o el humo compartido,
quitado suavemente de la boca sin decir nada,
íntimamente conociendo que lo del uno es del otro
cuando dos se pertenecen.

No te entiendo y quisiera odiarte
y quisiera no sentir como ahora
el calor de las lágrimas en mis ojos
por tanto rato ganado al vacío,
al hastío de los días intrascendentes,
vueltos inmortales en el eco de tu risa
y te amo monstruo apocalíptico de la Biblia de mis días
y te lloro con ganas de odiar
todo lo que alguna vez me hizo sentir
flor rara en un paraíso recobrado
donde toda felicidad era posible
y me dueles en el cuerpo sensible y seco de caricias,
abandonado ya meses al sonido de besos
y palabras susurradas o risas a la hora del baño.

Te añoro con furia de cacto en el desierto
y sé que no vendrás
que nunca vendrás
y que si venís seré débil como no debería
y me resisto a crecerme en roca,
en Tarpeya,
en espartana mujer arrojando su amor lisiado para que no viva
y te escondo y te cuido en la oscuridad
y entre las letras negras de mis escritos
volcados como río de lava entre débiles rayas azules de cuaderno
que me recuerdan que la línea es recta
pero que el mundo es curvo
como la pendiente de mis caderas.

Te amo y te lo grito estés donde estés,
sordo como estás
a la única palabra que puede sacarte del infierno
que estás labrando como ciego destructor
de tu íntima y reprimida ternura que yo conozco
y de cuyo conocimiento
ya nunca podrás escapar.

Y sé que mi sed sólo se sacia con tu agua
y que nadie podrá darme de beber
ni amor, ni sexo, ni rama florida
sin que yo le odie por querer parecérsete
y no quiero saber nada de otras voces
aunque me duela querer ternura
y conversación larga y entendida entre dos
porque sólo vos tenés el cifrado secreto
de la clave de mis palabras
y sólo vos pareces tener
el sol, la luna, el universo de mis alegrías
y por eso quisiera odiarte como no lo logro,
como sé que no lo haré
porque me hechizaste con tu mochila de hierbas
y nostalgias y chispa encendida
y largos silencios
y me tenés presa de tus manos mercuriales
y yo me desato en Venus con tormentas de hojarasca
y ramas largas y mojadas como el agua de las cañadas
y el ozono de la tierra que siente venir la lluvia
y sabe que ya no hay nubes,
ni evaporización,
ni ríos,
que el mundo se secó
y que no volverá jamás a llover,
ni habrá ya nieve o frío o paraíso
donde pájaro alguno pueda romper
el silencio del llanto.

Gioconda Belli

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Nunca es demasiado tiempo. Nadie son muchas personas. No espero ni necesito que vuelvas, porque ya no hay dónde. Yo ya me fui lejos muy lejos, y por Dios que se muestra interesante el nuevo viaje.