Primavera

Creo que este es el primer año en mucho tiempo en el que no me molesta que llegue la primavera. El amor está en el aire y la posibilidad de un cambio, a la vuelta de la esquina.
Quizás es hora de reinventarse, de dejar atrás todos esos inviernos y darle la bienvenida a la privaera con la vida nueva y el cambio que siempre trae con ella. No me vendría nada de mal.
Un cambio para recordar los sueños, los ideales, las intenciones y los deseos. Un cambio para reencontrarme y recordar el por qué de las cosas. Un cambio para volver a mis libros, a mi escritura, a mi música y a mi no-cordura.

Posibilidad

Pude haber amado a muchos, y de tanto amor confundirme y enredar las historias y mezclar las sonrisas. Pude haberte amado mucho antes, a destiempo y contratiempo, negándome lo mío y negándote a la otra. Aquella otra que te robó sonrisas que quizás yo no, esas que pudieron contemplar la sonrisa auténtica y el momento de la perdición. Pude haber amado a muchos otros. Otros ojos antes que los tuyos, otras sonrisas, otros labios, otro perfume y otro cuerpo. Pude haber hecho tantas cosas. Y esos otros siguen ahí y me sonríen de vez en cuando. Pudiste habernos amado, me dicen, y les sonrío de vuelta, sin cuidado. Guardo cada recuerdo como un preciado tesoro y si no los amé supongo que es porque no fue el momento. Pero añoro de vez en cuando esas viejas memorias y pienso qué hubiese pasado si...
Pude haber amado a muchos otros. Pude. Podría. Puedo. Amar a muchos, amar a miles, amar a todos aquellos que me lo han pedido sin pedirlo y sin siquiera saberlo. Podría amarlos a todos ellos. Podría haber amado a muchos.
Podría haberte amado mucho antes, encontrarte con la sonrisa inocente, la mirada soñadora, la ilusión sin vencerse y la esperanza de que cosas buenas le pasan a la gente buena. Pude haberte amado sin manchas, sin pasado, sin presente y sin futuro. Pude haberte amado mucho antes...

Pero claro, nos encontramos a destiempo, nos amamos mucho después y henos aquí, amándonos a deshora: sin prisa y sin demora.

Awkward

Hay algunas cosas que seguirán siendo extrañas e incomodas por los siglos de los siglos, amén.
Como esos saludos extraños, a destiempo, con sabor a lejanía y recuerdos de tiempos pasados.
Con la remembranza de aquello que pudo haber sido y ese brillo en la mirada de lo que fue.
Si bien sólo importa lo que es, el ahora, el nosotros, el ellos, el ustedes, el los demás...Uf.
Pucha que cuesta alzar la vista y plantar una sonrisa tratando de no buscar cosas donde no las hay.