miércoles, 24 de diciembre de 2014

Je ne regrette nien

Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas "niñas buenas" me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.


No me arrepiento de nada - Gioconda Belli.




domingo, 21 de diciembre de 2014

Molestia

Y es que a veces no sé por qué me tomo la molestia de regalarle palabras a quien no les dará el valor necesario. Para. Qué. Me. Tomo. Tantas. Molestias.
Pasado pisado.
A veces las palabras simplemente se las lleva el viento.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Disenchanted

Cuando no sé qué pensar o qué decir recurro a este medio Y escribo, escribo sin parar porque el alma y el cuerpo lo piden. Pero ahora...en cierta forma todo esto es diferente. 
Cambia el sentimiento, la emoción, la esperanza o el recuerdo reciente- ¿ es que era todo una mentira?

Inmadura.
Niña.
Gata.
Gato.
Capito.
Tamara.
Pamera.
Cartucha.
Amor.
TeAmo.
Mentiras.
Palabras.
Chat.
Cuello.
Olor.
Pelo.
Fin. 
Inicio.
Primavera.
Verano.
Otoño.
Invierno.
Merecer.
Negar.
Traicionar.
Olvidar.
Superar.
Herir.
Lamentar.
Decepcionar.
Decidir.
Separar.
Tres.
Putos.
Años.
FestinaLente.
Recuerdos.
Memoria.
Olvido.
Letras.
Ojos.
Delineador.
Maquillaje.
Niña.
Inmadura.
Mujer.
Otra.
Iguales.
Amar.
Intensidad.
Locura.
Juventud.
Vida.
Muerte.
Principio.
Estafa.
Engaño.
Odio.
Bullshit.

Siempre me escapé de mi misma, evitando los espejos, las instancias de autoreconocimiento. Pensaba que no era necesario conocerse pero ahora mi imagen se está distorcionando con cada nueva noticia. Solo sé que quiero dormir sin sueños, sepultar bajo el tedio de lo cotidiano los recuerdos y las emociones, Asumir que todo esto se ha acabado  y no de la mejor manera posible.

No sé qué pensar, pero si sé qué hacer.

No más lágrimas. No más dolor. No más añoranza por los recuerdos.

Los veintes comienzan y mi vida la decido YO.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Qué hago ahora

Y qué hago ahora que hay que comenzar de cero. Que se derrumban las paredes de lo conocido. Ahora que se acabó la primavera.
Ahora que hay que renacer de las cenizas, dar vuelta la página, salir adelante; entera, salir de esto entera. Aunque ahora sienta que me rompo a pedazos, que se cae el cielo, que es el fin del mundo, de todo lo bello, de todo lo real.
Ahora queda la risa, queda la alegría de vivir, la posibilidad de reinvención que se presenta como una gran oportunidad de cambio. De seguir. De comenzar los veintes sola y con valentía ante la adversidad.
Hoy que todo se está yendo al carajo, me quedo con este compromiso:


“Yo me comprometo a vivir con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contrariada. Me comprometo a recordar, a conocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a perdonar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre. Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme: ni la pena ni el éxtasis para que cuando sea viejo tenga como deleite la detallada historia de mis días.” 
 Ángeles MastrettaLa emoción de las cosas