A veces, recuerdo que aún me queda un poquito de amor pegado en lo más profundo de los huesos. Ahí en ese lugar donde ni yo me atrevo a ir porque todo es tan intenso que perdonar o no perdonar se confunde tanto como todo esto.
Y ahí está, ese poquito de amor que remece todo. Esa sonrisa que lo cambia todo.
Perdonar siempre es un acto de valentía y una decisión importante.
Que bueno que hay tiempo para pensar bien todo.
Total...
Esos resquicios siguen y seguirán ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario