De tanta pena, de tanto todo, mi cuerpo me llevó a dolores que no había sentido nunca antes y a urgencias, donde no había estado antes tampoco. A suero, a remedios directo a la sangre.
Pero la pena sigue ahí, y lo tanto que hacer también sigue.
A una semana del fin, más allá de urgencias no se puede llegar. Más allá del dolor que me partía en dos, (y literalmente porque se me desgarraban los intestinos y el estómago).
Más allá de urgencias, dame un poquito de tu amor, siquiera. Un poquito de preocupación. Un abrazo de nanai.
De todo va a salir bien...
Y es que de un segundo a otro me sentí tan abandonada y falta de cariño. De esa mirada que decía, lo haré todo por hacerte feliz. Un abrazo, un beso. Una mirada y tus manos.
Denme unas papas fritas, me tiene mal la dieta blanda...
Todo va a salir bien.
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