jueves, 24 de noviembre de 2011

Días...

Los rayos del sol cada día queman más fuerte. Sentarse en el pasto ya no es lo mismo que hace unos meses, cuando se agradecían los rayos del sol. Hoy no. Hoy el día está caluroso, húmedo. Puedo ver los rayos colarse a través de las hojas del árbol bajo el cual me escondo para evitar el calor, y aún así siento mi piel arder. Extraño el invierno. La lluvia; esos días en que caminábamos saltando de charco en charco sin importarnos mucho el barro o los salpicones. Pero hoy no llueve.

Cierro los ojos y lo primero que se me viene a la mente son esos días. No lo puedo evitar. No sé cuál es mi problema. Trato de dormir, de soñar, de controlar lo que siento pero no lo consigo. Mi mente suele volar por derroteros inesperados. Anoche soñé que volaba…y también llovía. A lo lejos, entre los árboles, me sonreías. Recuerdo que sentí una angustia enorme que me apretaba el corazón, el alma. Luego, desapareciste. Tal cual lo hiciste ese día de lluvia ya lejano. Quizás es por eso que sigues apareciendo en mi mente. Hoy hay sol. Hoy no llueve. Tú te apareces en mi mente y yo sigo sin comprender qué es lo que sucedió entre nosotros.

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