domingo, 7 de octubre de 2012

Mistakes

Tengo como una lluvia,  mejor dicho un enredo, una confusión, una mezcla de ideas en la cabeza así que supongo que mejor comienzo de una vez.

Creo que cada uno es libre de cometer los errores que estime conveniente a lo largo de su vida, pero siempre habrá uno, ese un error (y me da igual la mala redacción) que te hace cambiar. Que te endurece, te transforma, te fuerza a construir una muralla que antes no existía para quien venga después. Y está bien. Eres libre de cometer el gran error de tu vida para luego ser sabio y no volver a cometerlo.
Si te tropiezas dos veces con la misma piedra no aprendiste nada y el segundo golpe dolerá. Más. Mucho más.
También es cierto que uno cambia, que pasa por épocas de inestabilidad emocional un poco confusas que te llevan a hacer cosas que de estar en tus cabales no harías, o, como suele ocurrir más a menudo, tomar malas decisiones.
Es como escoger dos caminos, que de una u otra forma te llevan a alguna parte. Cuando te pierdes en el camino supongo que es momento de correr en círculos y volver a encontrar la otra vía. Como dicen por ahí, encontrar a la persona que querías ser, la que deberías ser.
Y ha pasado tanto. Te metes en las patas de los caballos, te alejas, corres, saltas, vuelas; supongo que en eso consiste vivir. Dejar ir personas, darle la bienvenida a otras. Hacerlas sentir bienvenidas en tu vida y darles una oportunidad, tan sólo una oportunidad.
El cambio llega como una sutil brisa de primavera que refresca el aire algo cargado por el exceso de dióxido de carbono. Si no le das las bienvenida a ese cambio ¿cómo esperar que te absorba y te llene?
En realidad, me siento bien. Tranquila. En calma. Puedo decir que recibí el cambio y que no hay odio.
Ya no hay odio...
¿Es que puede haber algo mejor?
Sólo en el momento en que dejas ir ese dolor puedes seguir viviendo, hasta empezar de nuevo.


Ya ni sé que quería decir. O qué estaba pensando. Tenia muchas ideas dándome vueltas y aquí me libero. Me siento yo. Probablemente porque nadie lo lee y si lo lee, pues, que bien. Dejé atrás a esa mujer de velos que se creía misteriosa por tener sus secretos, aunque ahora creo que en realidad no tengo nada tan terrible,excepto aquel cadáver que yace bajo mi cama...
Cambio. Oportunidad. Quiero una oportunidad.

Una oportunidad de ser recordada. Como la que trajo el cambio. Como la brisa. Como la calma después de la tormenta.
Una oportunidad de ser el primer amor. El primer beso. La primera y última vez.
Una oportunidad de quedarme con quien amo por un tiempo preciso o quizás indefinido.
Una oportunidad de ser amada, más que a nadie en este mundo. Más que a ninguna otra...

Y es complicado. Siempre me ha costado ese proceso de asumir que la gente tiene una vida antes de involucrarse en la tuya. Un acto de valentía fue aceptarlo y saltar igual. Valiente, yo, que siempre he huido de todos los riesgos...Porque esta vez, si voy a llorar, quiero que sea porque de verdad sucedió algo, de verdad viví algo. De verdad viví a alguien.

Y ya perdí el hilo. Tenía muchas cosas que decir, quizás, porque mis palabras repentinamente han vuelto a mí.

Quédense tranquilas, no las volveré a abandonar...

P.S: Renueva el repertorio...Más, yo más.

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