martes, 29 de mayo de 2012

Olor a mandarinas



Huele a nuevo
como los libros del colegio cuando empieza,
como a tostadas recien hechas,
como cuando miras como si no lo hubieses hecho nunca.
Y vas a oscuras
buscas a tientas el olor a mandarinas
y respiras y nos gusta aunque no me lo digas
que luego hacerlo no nos cuesta nada.

No quiero un final feliz
sólo quiero serlo.
Repartir el amor
retrasar el momento de irnos
Y al despegarnos no dejar
inmolarse el pecho.
Repartir el placer
prolongar el encanto de vernos.

Huele a casa
como al volver de vacaciones en septiembre,
como a café con leche hirbiendo,
como manta y tele,
como si fueras tu el que ha sido siempre.

No quiero un final feliz
sólo quiero serlo.
Repartir el amor
retrasar el momento de irnos
Y al despegarnos no dejar
inmolarse el pecho.
Repartir el placer
prolongar el encanto de vernos.

Flotar y brillar.
Irradiar, alumbrar.


Nos volvemos inmensos solo por conocernos con los ojos cerrados...
Y debe ser porque ando tonta, estresada y todo lo demás. Soledad, sonrisas, 
amante invisible de mis noches solitarias.
Simplemente Oniria e Insomnia.


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